Escribe bien y vende más…
Vayamos al punto: eres lo que escribes. Justo como lees; sin rodeos y sin adornos. Si no le dedicas el tiempo a revisar los textos, así se trate de una simple oración, hay muchas posibilidades de que frustres el proceso de venta. Llamémoslo un auto sabotaje involuntario. Y digo involuntario porque aún hay personas que no logran comprender la estrecha relación que existe entre la buena redacción y el alza de las ventas.
Lo que escribes, el texto que complementa tu afiche de promoción o que acompaña ese diseño para redes sociales que tanto tiempo y dinero te costó, es tu carta de presentación frente al mundo. ¿Entregarías tu dinero en manos de alguien que no inspire confianza?
Los errores ortográficos y gramaticales generan dudas en el cliente. Le restan credibilidad tanto a la empresa como a su representante, y abren paso a un oscuro espacio de dudas en donde tu competencia tiene un paso adelante. Es casi seguro que el cliente investigue otras alternativas y decida comprarle a alguien que, probablemente, no seas tú. Cuando se trata de una buena redacción, me tomo licencia para hacer válido el cliché tan popular de: la primera impresión es la que cuenta.
Vivimos en la era de la inmediatez. El consumidor busca soluciones reales, confiables y rápidas. ¿Qué quiero decir con esto? Sencillo: ¡No tienes espacio ni tiempo para fallar!
Imagina que en el comunicado de prensa que envías a los medios, se te cuele una que otra letra de más. O que la publicación que elegiste para Facebook/Instragram Ads tenga una o varias palabras mal escritas… o peor, que pases por alto el estudio de audiencia y uses en el copy, una palabra ofensiva, en desuso o fuera de contexto. No sé a ti, pero a mí de leerlo se me eriza la piel.
Es casi seguro que mientras lees, te cuestiones si acaso debes ser un experto en el idioma. ¡Respira y conserva la calma! No es así. Tampoco se trata de extremos. Basta con buenas lecturas sobre el tema y crear un manual de estilo que vaya acorde a la visión de tu empresa. Deja claro qué te gusta y qué no, cómo es tu cliente potencial y cuál es la imagen que quieres que el público tenga de ti. No tienes que renunciar a tu voz ni rebosar en formalidad; simplemente, dedicar un poco de tiempo a cuidar los detalles. Pide ayuda si es necesario, hay profesionales que se dedican a corregir textos e incluso a ayudar a construirlos. También existen cursos gratuitos sobre escribir para vender. Sácale ventaja a la era digital.
A modo de punto de partida, comparto contigo varios consejos que debes tomar en cuenta al momento de escribir tus textos.
- Sé original – No copies a nadie, respeta la propiedad intelectual. Además, es muy fácil darse cuenta cuando tomas algo que no te pertenece. Si no quieres que el cliente te mienta, tú tampoco le mientas a él.
- Conoce lo que vendes – Entre más conozcas tu producto o servicio, más fácil será el proceso de escritura y más tiempo tendrás para dedicarlo a la corrección.
- Menos es más – Haz de este punto tu mantra. Repítelo y aplícalo. Evita las exageraciones, el uso excesivo de adjetivos y de adverbios. La precisión es tu mejor aliada. Usa oraciones cortas y palabras fáciles de entender.
- Declárate enemigo de la prisa – En definitiva, hacer las cosas a la ligera es casi una garantía de que algún error se te va a escapar, más aún cuando se trata de escritura.
- Escribe en voz activa – Usa verbos dinámicos, habla desde el ahora. Transmite emociones. Conviértete en protagonista. Es mejor decir: María y su grupo cerraron el festival que El festival fue cerrado por María y su grupo. En asuntos de ventas, tu producto debe ser el sujeto. Nunca lo muestres como el que recibe la acción.
- Ten claro para quién escribes – Al igual que debes conocer tu producto o servicio, también debes conocer a tu audiencia. Cuidado con el uso de tecnicismos y con el tono en que escribes los mensajes. Cuidar y respetar la sensibilidad del cliente es, en gran medida, tu responsabilidad.
Recuerda, todo proceso de venta comienza por la vista. Si lo que ves te gusta y te convence, de seguro te vas a acercar. Aprovecha cada oportunidad. Es tiempo para ganar clientes, no para perderlos por un simple descuido. Ten siempre presente que no es lo que dices, sino cómo lo dices. Debes elegir tus palabras con el mismo cuidado que eliges la ropa cuando te invitan a una gran fiesta.
¡Puedes hacerlo! Yo confío en ti.
CADA PALABRA CUENTA.
Ana-Loreanne Colón
Directora ACENTO – Agencia de corrección
Asesora lingüística | Correctora de estilo